Una tetera pastel, se combina en cuatro tonos suaves y dulces que nos recuerdan (¿quién se acuerda?) a los malvaviscos. En malva, rosa, amarillo o azul polvo, la porcelana en relieve se aprieta en forma de tulipán, la forma es estable y generosa. El caño es dinámico, subrayado con oro para acentuar su trayectoria, hermoso dorado también para el mango y el botón de la tapa. Una tetera que huele a té caliente en casa con amigos o seres queridos.
Porcelana fina, blanca por dentro, pigmentada en esmalte, calidad oro (importada de Alemania) se aplica a mano, resultado limpio y denso.